jueves, 3 de septiembre de 2015

Los Reflejos de Nuestra Vida


Todo Reflejo de nosotros mismos es la memoria surgida de nuestras experiencias; todo lo que ocultamos: miedos, alegrías, ansiedades, éxitos, frustraciones, son el "Reflejo de  nuestra Existencia". No existe nada en el absoluto que no se encuentre impreso... desde la gota de lluvia que cae a la tierra y la transforma, hasta el rebaño de ovejas que se sacrifica para sostener una familia.

Desde todos los tiempos el alma acumula patrones o secuencias que lo llevan a circunstancias de enfrentamiento con él mismo, a veces aceptadas, otras no tanto; sin embargo esta la lucha interna de cuales en realidad se deben seguir y cuales abandonar, son con las que el ser crece, pero no deja de la lado aquellas acciones o vivencias que le produjeron algún tipo de emociones fuertes, haciendo de estas sus propias frustraciones.

El reconocimiento de tales emociones, permite que el ser libere todas las fuerzas negativas que va a cumulando y que a la vez va estropeando su camino. La manera más fácil de darle continuidad al ser y no volverse un individuo oscuro y negativo, esta en poder ACEPTAR y COMPRENDER que su camino debe verse acuñado con devenires para poder crecer, encontrar su propósito y realizar sus metas.

Si aprende a transformar toda la energía negativa, sus errores en posibilidades, no vería más que un Reflejo Traslucido, lleno de opciones y no de desventajas. 

La Matriz Divina es un campo de energía que contiene todo lo que ocurre en el mundo, en nuestro interior y en el exterior de nuestro cuerpo. Es un puente entre nuestras creencias y la realidad que vivimos. De tal manera que esta es un Reflejo de aquellas.

A través de nuestras relaciones con los demás, nos presenta los más claros ejemplos de lo que en realidad son esas creencias. Independientemente de lo que nos enseñan nuestros espejos, es pasando tiempo con los demás que se activan las emociones y los sentimientos apropiados, en el momento preciso de nuestras vidas, para ayudarnos a sanar nuestras mayores penas y nuestras heridas más profundas. Debido a que casi nunca nos quedamos “estancados” en la alegría, las relaciones puramente agradables generalmente no activan las lecciones más profundas de la vida.

Las relaciones son nuestra oportunidad de vernos en todas las formas imaginables. Desde las mayores traiciones a nuestra confianza, hasta los intentos más desesperados de llenar nuestro vacío, todas las personas nos muestran algo sobre nosotros mismos.
Si tenemos la sabiduría de reconocer los mensajes que nos están siendo reflejados, descubrimos las creencias que causan el sufrimiento en nuestras vidas. 

Vivir en un universo en donde lo que sentimos respecto a nosotros se refleja en el mundo que nos rodea, se convierte en algo importante a la hora de reconocer lo que nos están diciendo nuestras relaciones.

Los Cinco Espejos Antiguos de Nuestras Relaciones  
Los espejos de nuestras relaciones listados en el orden en que por lo general los aprendemos. Usualmente, los espejos más obvios son los que reconocemos primero, permitiendo que el poder de los más profundos y más sutiles, emerja y se aclare.


Primer espejo: Refleja el momento 
¿Sabes que existe una relación entre lo que hacemos y lo que pasa en el mundo? Si estás viendo tus creencias representadas a través de tus espejos, entonces están ocurriendo ahora mismo. ¿Qué estás viviendo ahora? ¡No es una casualidad, presta atención! Éste es el valor de nuestros espejos, su inmediatez nos ayuda a comprender las conexiones reales y subyacentes entre eventos en apariencia dispares.
Una vez que es reconocido un patrón negativo puede ser sanado. Cualquier reflejo que veamos nos brinda una oportunidad preciosa. Con mucha frecuencia descubrimos que los patrones negativos reflejados en nuestras vidas están enraizados en uno de los tres miedos universales: el miedo a la separación y al abandono, el miedo a no tener autoestima, y el miedo a entregarnos y confiar.

Los animales son grandes espejos para activar las emociones sutiles que llamamos “problemáticas.” En la inocencia de ser lo que son, pueden encender poderosas emociones de control y juicio respecto a la forma en que las cosas deberían o no deberían ser. Los gatos son un ejemplo perfecto.

Segundo espejo: Refleja lo que juzgamos en el momento
Algunas veces, el reflejo del momento puede estar mostrándonos algo más sutil de lo que estamos haciendo en nuestras vidas; a veces nos revela lo que juzgamos en nuestras vidas. ¿Cuántas veces atraes a tu vida personas que hacen ostensibles cualidades que te molestan soberanamente?.... Porque si yo actuó con servicio y compromiso, no recibo lo mismo?... No entendía que atrajera a personas poco serviciales y poco comprometidas. ¿Por qué la vida no me devolvía el mismo con el que yo me entregaba en los diferentes proyectos?
¡Por fin lo comprendí! La falta de servicio y compromiso de estos individuos activaban una carga emocional en mí porque eso es precisamente lo que juzgaba constantemente.
El reconocimiento del juicio reflejado en una relación es un descubrimiento poderoso, que tiene repercusiones que tocan cada aspecto de la vida. Agradece  a las personas que te ayudan a tomar conciencia de esta lección.

Tercer espejo: Reflejo de lo que hemos perdido, entregado o nos han quitado 
¿Alguna vez has sentido un magnetismo inexplicable hacia otra persona o te acaban de presentar a alguien y sientes que es como si le conocieras de toda la vida? Seguramente sí. Pues que sepas que esa fuerza misteriosa hacia el otro, ese fuego que te hace sentir tan vivo, ¡no es el otro, eres tú!
Cada vez que confiamos lo suficiente como para amar o darle cariño a alguien y esa fe es violada, perdemos un poco de nosotros en la experiencia. Nuestra renuencia a exponernos de nuevo a dicha vulnerabilidad es nuestra protección; es la manera en que sobrevivimos a nuestras heridas más profundas y a las mayores traiciones.

La buena noticia es que esas partes nuestras que parecen ausentes jamás se han ido del todo, simplemente están escondidas y enmascaradas para salvaguardarlas. ¡Recuerda que la base de tu verdadera naturaleza jamás puede perderse! Reconocer la forma en que la enmascaramos es embarcarnos en un camino veloz hacia la sanación.

Por cada parte de nosotros que cedemos para llegar a ser lo que somos, queda una vacío esperando ser llenado. Quizás te estés preguntando qué necesidad tenemos nosotros de desprendernos de partes de nosotros mismos para después pasarnos media vida buscándolas en otros. ¡Es una cuestión de supervivencia emocional o física! (es posible que de niño descubrieras que es más fácil permanecer en silencio que emitir una opinión bajo el riesgo de ser ridiculizado o invalidado, ahí, por ejemplo, cediste una parte de ti).

El caso es que cuando nos encontramos con aquel que tiene las mismas cosas que hemos entregado, nos sentimos bien a su lado, nos hace sentir enteros de nuevo. Por eso nos sentimos poderosa e irresistiblemente atraídos hacia él, hasta que recordamos que nos sentimos tan atraídos por algo que todavía tenemos en nuestro interior… solamente que está dormido. En la conciencia de que seguimos poseyendo esas características y rasgos, podemos desenmascararlos y reincorporarlos a nuestras vidas. Reconocer nuestros sentimientos hacia los demás por lo que son, y no por lo que nuestro condicionamiento ha hecho de ellos, es la clave del tercer espejo de las relaciones.

Cuarto espejo: Refleja nuestra noche oscura del alma 
La Noche Oscura del Alma es una época de tu vida en que atraes una situación que representa lo que para ti son tus peores miedos.

Hay una diferencia sutil pero significativa entre dejar nuestros empleos, amigos y relaciones amorosas porque nos sentimos completos y quedarnos con ellos por miedo ¡a que no haya nada mejor para nosotros!

¿Cuántas veces te has aferrado a una relación en la que no te encontrabas bien hasta esperar que llegase algo mejor? Este apego puede ser causado por nuestra inconsciencia de lo que estamos haciendo, o porque tenemos miedo de remover todo y enfrentar la incertidumbre de no saber qué sigue después. Haz un ejercicio de honestidad y pregúntate ¿realmente estoy dónde y con quién quiero estar o estoy, por dentro, pidiendo a gritos un cambio y me siento frustrado porque no sé cómo compartir esta necesidad con las personas cercanas a mi?

Es sólo cuando tenemos dichas experiencias sin comprender lo que son o por qué las estamos viviendo, que podemos enfrascarnos en años, o hasta en vidas, de un patrón que puede robarnos literalmente las cosas que más amamos… incluyendo la vida misma

Quinto espejo: Refleja nuestro mayor acto de compasión 
Se trata de la compasión hacia nosotros mismos, hacia lo que somos y en lo que nos hemos convertido. ¿Cómo sería de distinta tu vida si permitieras que todo lo que haces fuera perfecto tal como es, sin importar como resulten las cosas? La excelencia consiste en hacer y crear todo al máximo de tus capacidades, ¿puede haber algo más grandioso? No, a menos que lo compares con algo distinto. La sanación más profunda de nuestras vidas también se puede convertir en nuestro mayor acto de compasión. Es el cariño que nos damos a nosotros mismos.


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